El día 4 comienza con un desayuno temprano para poder salir hacia Ribadesella sobre las 9.00 h. Son sólo 30 kilómetros y en su mayor parte llanos. Aquí destacan los Picos de Europa, un trío de montañas de hasta 3000 metros de altura.



Tras poco menos de hora y media, llegamos a Ribadesella. Como Stephan ya había pasado unas vacaciones aquí con Pilar, tenía muchas ganas de enseñarme el hotel y la playa donde se habían alojado. La playa estaba bastante llena de gente, aunque el tiempo no era muy bueno.


A partir de Ribadesella comenzó la escalada de montaña. Los metros de altitud tenían que venir de alguna parte. Pero que esto supusiera varias pendientes del 17% estuvo a punto de mandarme al otro lado varias veces.


Como todas las bahías con playas están siempre al nivel del mar, siempre tienes que pedalear cuesta abajo y luego cuesta arriba de nuevo. Pero si haces esta excursión, también tienes que acercarte hasta las playas, ¿no?


Los últimos 17 kilómetros para llegar a nuestro destino en Llastres. Fue todo un rompepiernas, porque el pueblo está en la montaña y tuvimos que pedalear con una pendiente del 10-12%.

Por fin llegamos a Llandres hacia las 2 de la tarde. Como llegamos bastante temprano y el sol brillaba, primero fuimos a la playa a refrescarnos. ¡Era necesario!

Lo único que tenemos que hacer hoy es descansar. Stephan se ha quedado dormido en la playa. Se lo está pasando bien… Yo me dado un chapuzón dos veces.
Conclusión del día: Si ya tienes tu destino a la vista, pero aún queda mucho camino por recorrer, entonces todavía no puedes cantar victoria.
