La llegada a Luxemburgo, al Hotel Mercure, confirmó mi idea de terminar el recorrido de una sola vez (200 km) el domingo. Gran habitación, aire acondicionado, bicicleta en la habitación… – así que levántate temprano el domingo y empieza a las 7:30 y «trabaja» en la bicicleta durante 10 hrs….
¡¡¡Pero a menudo ocurren cosas inesperadas, o incluso el vuelo de la fantasía llega antes de la caída!!!
Lamentablemente, el hotel no tenía un restaurante como se describe, la señora de la recepción alabó el buen lugar italiano a la vuelta de la esquina. Así que me dirigí al restaurante italiano, pero lamentablemente estaba cerrado por el día. Entonces sólo había un chino en las inmediaciones. ¿Chino? – Bueno, el arroz también tiene carbohidratos, así que fui al chino y tomé asiento en el redondel de sushi. Después del segundo o tercer sushi me di cuenta de que no me gustaba mucho, estaban bastante calientes, no se ponían nuevos y sólo otros 2 comensales usaban el rondel. Así que cambié el sushi por la fruta 🍇🍉 y a los 30 minutos estaba «lleno».
De vuelta al hotel, sólo tardé 2-3 minutos en mi habitación antes de tener que ir al baño y, por desgracia, vomitar 🤮. Luego tuve diarrea y escalofríos 🥶 seguidos de la sensación de fiebre 🤒 – así que usé el botiquín y me tomé Immodium e Ibuprofeno. Los pensamientos sobre el día siguiente en la bicicleta luego llevaron a un sueño muy inquieto 😴…
El domingo por la mañana, después de levantarme, estaba claro que no iba a poder hacer 200 ni siquiera los 140 km hasta Simmern, porque me sentía fatal 😞. Así que durante el desayuno decidimos informarnos sobre las opciones de tren. La mejor conexión fue posible en mi ruta de Trier – Trier – Koblenz – Wiesbaden. Así que ese se convirtió en mi nuevo objetivo para la última etapa.

Justo después de la salida tuve que completar una subida e inmediatamente tuve sudor frío 😰 por todo el cuerpo 😱. Tenía claro que los últimos 50 km serían una tortura.



Una vez que llegué a Alemania, recorrí unos kilómetros por el carril bici del Mosela, que volvió a ser divertido 🤩 porque era simplemente llano 😉

Al final llegué a Tréveris sobre las 12:00 y me alegré 🙂 de poder bajarme de la bici, pues ya estaba bastante agotado después de los 50 km y además volvía a hacer mucho calor. Pude continuar el recorrido en tren con el billete de 9€ y 6€ para el billete de bicicleta y conseguí una buena conexión hasta Coblenza a las 12:40 y desde allí fui directamente a Wiesbaden 10 minutos después, llegando a las 16:30.





A las 16:30 me subí por última vez a la bicicleta en la estación 🚉 de Wiesbaden y recorrí los 10 km hasta la casa de Stephan. Al doblar la esquina, me emocioné mucho 🥲 al llegar de nuevo después de 3 semanas donde comenzó el viaje a lo desconocido….


Resumen del viaje
Para enumerar los hechos concretos:
Tras 89 horas sobre la bicicleta y 2.100 km en 18 días, con 12.500 metros de altitud y una velocidad media de 23,6 km/h, las vacaciones de ciclismo de carretera han terminado. 🥳🚴🥰


En definitiva, disfruté cada minuto, tuvimos una suerte increíble 🍀 no tuvimos ningún percance. – pero 🤣 cuando salimos juntos la semana pasada en San Sebastián, a Stephan se le pinchó una rueda y me reí mucho 🤣


El viaje de vuelta solo también fue divertido, pero siempre preferiría hacer este tipo de tours con Stephan u otros amigos, como los chicos de «Envidia y Resentimiento» 😊.
Dedico este video a Stephan y a mí – Stephan somos campeones 🚴🤩
Vacaciones en bicicleta 2021 ENDE…. – continuará un día….